COAG pide una reunión con la Subdelegación tras los supuestos episodios violentos protagonizados por el ganadero11.03.12 -
J.J.BUIZA | CÁRTAMA ENLACE DIARIO SUR
«Solo le dije que gastara cuidado para que las ovejas no se comieran los árboles y se lió a pedradas conmigo». Así se expresa después de pasar cuatro días en el hospital la última víctima de un pastor que se ha convertido en la pesadilla de muchos vecinos en Cártama. Además de las piedras, el agredido, que prefiere permanecer en el anonimato, fue supuestamente golpeado con un palo y sufrió las patadas de este individuo, una paliza que le rompió varias costillas y le causó heridas en la cabeza de las que todavía se está recuperando.«Me dijo que como lo denunciara me mataba», relata este hombre todavía con el dolor y el miedo metidos en el cuerpo. Después de la tremenda agresión y tras perder el conocimiento durante algunos minutos, consiguió levantarse y pedir socorro a una familia que lo llevó al centro de salud de Estación de Cártama, desde donde lo trasladaron en ambulancia directamente a la UCI del Hospital Clínico de Málaga. Este suceso, que tuvo lugar hace un par de semanas en una zona rural próxima a la ermita de las Tres Cruces, ha sido la gota que ha colmado el vaso de la paciencia de muchos vecinos que, aseguran, llevan ya tiempo aguantando las agresiones y amenazas de este ganadero y su familia.Varios de los afectados se han puesto en contacto con este periódico para relatar algunos altercados protagonizados por el ovejero, que cuenta con una explotación en la zona. «A mí me ha insultado y me ha dicho que me iba a robar. Tiene atemorizados a todos los que tiene a su alrededor», señala uno de ellos, que también pide que no se revele su nombre. Según los vecinos y la organización agraria COAG, son ya más de 70 las denuncias que acumula en este sentido.Al parecer, muchos de los incidentes se han originado por entrar con el rebaño en fincas privadas, con las consiguientes advertencias de sus dueños, a las que habría respondido de forma violenta. La pasada semana tuvo lugar una reunión entre una veintena de afectados y representantes de COAG, colectivo que se ha comprometido a mediar para buscar una solución, ya que entre los perjudicados se encuentran muchos agricultores cuyos árboles y cultivos se han visto dañados por el paso de las ovejas.«Nos han dado copias de las denuncias y hemos solicitado una reunión con el subdelegado del Gobierno para ver qué se puede hacer», apunta el secretario provincial de la asociación, Juan Antonio García, quien califica los hechos protagonizados por este individuo como una «vergüenza» para el sector. «Se mete por donde quiere y ha llegado a romper alambradas, según nos cuentan», añade García.Los denunciantes critican la pasividad de las autoridades después de todos estos altercados. Sin embargo, hay que reseñar que, tras la última paliza, la Guardia Civil detuvo hace un par de semanas al pastor y lo puso a disposición judicial, imputado por un delito de lesiones graves. Por otra parte, algunos vecinos han subrayado también las condiciones «inhumanas» en las que viven los animales, lo que puede acarrear problemas de salubridad. «Tiene cadáveres en la finca. Las ovejas están hambrientas y sin agua, sin que nadie haga nada», indica la víctima de la última agresión.Aunque la explotación se ubica en el término de Cártama, según parece los incidentes también han tenido lugar en los términos de Álora y Almogía.
J.J.BUIZA | CÁRTAMA ENLACE DIARIO SUR
«Solo le dije que gastara cuidado para que las ovejas no se comieran los árboles y se lió a pedradas conmigo». Así se expresa después de pasar cuatro días en el hospital la última víctima de un pastor que se ha convertido en la pesadilla de muchos vecinos en Cártama. Además de las piedras, el agredido, que prefiere permanecer en el anonimato, fue supuestamente golpeado con un palo y sufrió las patadas de este individuo, una paliza que le rompió varias costillas y le causó heridas en la cabeza de las que todavía se está recuperando.
«Me dijo que como lo denunciara me mataba», relata este hombre todavía con el dolor y el miedo metidos en el cuerpo. Después de la tremenda agresión y tras perder el conocimiento durante algunos minutos, consiguió levantarse y pedir socorro a una familia que lo llevó al centro de salud de Estación de Cártama, desde donde lo trasladaron en ambulancia directamente a la UCI del Hospital Clínico de Málaga. Este suceso, que tuvo lugar hace un par de semanas en una zona rural próxima a la ermita de las Tres Cruces, ha sido la gota que ha colmado el vaso de la paciencia de muchos vecinos que, aseguran, llevan ya tiempo aguantando las agresiones y amenazas de este ganadero y su familia.
Varios de los afectados se han puesto en contacto con este periódico para relatar algunos altercados protagonizados por el ovejero, que cuenta con una explotación en la zona. «A mí me ha insultado y me ha dicho que me iba a robar. Tiene atemorizados a todos los que tiene a su alrededor», señala uno de ellos, que también pide que no se revele su nombre. Según los vecinos y la organización agraria COAG, son ya más de 70 las denuncias que acumula en este sentido.
Al parecer, muchos de los incidentes se han originado por entrar con el rebaño en fincas privadas, con las consiguientes advertencias de sus dueños, a las que habría respondido de forma violenta. La pasada semana tuvo lugar una reunión entre una veintena de afectados y representantes de COAG, colectivo que se ha comprometido a mediar para buscar una solución, ya que entre los perjudicados se encuentran muchos agricultores cuyos árboles y cultivos se han visto dañados por el paso de las ovejas.
«Nos han dado copias de las denuncias y hemos solicitado una reunión con el subdelegado del Gobierno para ver qué se puede hacer», apunta el secretario provincial de la asociación, Juan Antonio García, quien califica los hechos protagonizados por este individuo como una «vergüenza» para el sector. «Se mete por donde quiere y ha llegado a romper alambradas, según nos cuentan», añade García.
Los denunciantes critican la pasividad de las autoridades después de todos estos altercados. Sin embargo, hay que reseñar que, tras la última paliza, la Guardia Civil detuvo hace un par de semanas al pastor y lo puso a disposición judicial, imputado por un delito de lesiones graves. Por otra parte, algunos vecinos han subrayado también las condiciones «inhumanas» en las que viven los animales, lo que puede acarrear problemas de salubridad. «Tiene cadáveres en la finca. Las ovejas están hambrientas y sin agua, sin que nadie haga nada», indica la víctima de la última agresión.
Aunque la explotación se ubica en el término de Cártama, según parece los incidentes también han tenido lugar en los términos de Álora y Almogía.
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