La ciudad aeroportuaria de Alhaurín despega
Fuente.: La opinión de Málaga.
La Junta mantiene su postura de recortar un 40% la superficie prevista por el Consistorio de Alhaurín de la Torre
rocío cañada La ciudad aeroportuaria de Alhaurín de la Torre ha comenzado su andadura. Ya están en marcha las obras del Palacio de Congresos, del Centro de Servicios Integrados para el Impulso y Desarrollo Aeroportuario (CSI-IDEA), en la barriada de El Peñón, pero el Ayuntamiento está a la espera de la resolución del conflicto administrativo que existe desde hace meses con los terrenos de este enclave.
El Gobierno autonómico envió un informe técnico
ambiental, el 3 de febrero, redactado por la Delegación Provincial de la
Consejería de Medio Ambiente, por el que recortaba en un 40 por ciento
la superficie inicialmente prevista por el Consistorio para la
tecnópolis.
El alcalde de Alhaurín de la Torre, Joaquín Villanova, denunció en su día «graves zancadillas» de la Junta de Andalucía al proyecto de la ciudad aeroportuaria, innovación urbanística que aprobó el pleno de la corporación en 2010, en la cual se reclasifican 3,8 millones de metros cuadrados en la zona nordeste de la localidad, aunque en 2005 preveía seis millones de metros cuadrados de superficie.
El informe consideraba «no viables» seis sectores de la innovación aprobada por el Consistorio en 2010 y aunque en el denominado Plan de Ordenación del Territorio de la Aglomeración Urbana de Málaga (POTAUM), impulsado por la Consejería de Obras Públicas y aprobado por la Junta en 2009, ya figuraba el proyecto como una de las llamadas áreas de oportunidad.
En concreto, en este último documento se aduce a «la pérdida de zonas de alimentación y descanso para aves en migración e invernada», así como al acuífero y a la pérdida de zonas fértiles, aspectos a los que no se hacía referencia alguna en la evaluación ambiental del POTAUM. En esta línea, en octubre de 2009 Medio Ambiente ya había informado favorablemente otra modificación puntual de elementos para la construcción de viviendas en uno de los sectores que ahora considera como no viables. «El Ayuntamiento ha sido más que respetuoso con toda la zona de defensa del río Guadalhorce, ya que deja libre de cualquier desarrollo urbanístico una franja de entre 500 y 350 metros de anchura que queda totalmente virgen», señaló Villanova.
Ahora, el munícipe alhaurino, tras la reunión mantenida con la Junta de Andalucía, asegura que se encuentran en un «compás de espera», y que confía en que el Gobierno andaluz «rectifique y se ponga del lado de la razón, del sentido común y la legalidad, no del sectarismo, como demostró con el informe».
Por su parte, el delegado provincial de Medio Ambiente, Javier Carnero, asegura que la intención de la Junta de Andalucía es «agilizar la ciudad aeroportuaria», aunque «el proyecto se tiene que adaptar, en gran medida, al informe medioambiental», eso sí, «con algunas apreciaciones» que podrían tenerse en cuenta.
Así, resalta «los problemas de inundabilidad» de la zona si se mantiene su extensión. «Nosotros estamos dispuestos a seguir adelante con el proyecto, igual que el Ayuntamiento, y por ello, estamos acercando posturas», sentencia.
Mientras, Juan Manuel Mancebo, edil de Equo-Electores, partido ecologista, pone en duda «la viabilidad económica de la ciudad aeroportuaria», alertando sobre las consecuencias negativas sobre el río, la zona fértil y las especies protegidas de la zona. Además, considera que este proyecto es «una continuación de las políticas especulativas insostenibles basadas en la explotación del territorio sin tener en consideración las consecuencias sociales y medioambientales».
El concejal denunció «irregularidades» cuando el PP solicitó al pleno, el pasado mes de marzo, el rechazo al informe de la Junta, al «no haberse facilitado a la oposición el propio informe, y al haberse omitido información sustancial de los requerimientos de los técnicos de medio ambiente».
El alcalde de Alhaurín de la Torre, Joaquín Villanova, denunció en su día «graves zancadillas» de la Junta de Andalucía al proyecto de la ciudad aeroportuaria, innovación urbanística que aprobó el pleno de la corporación en 2010, en la cual se reclasifican 3,8 millones de metros cuadrados en la zona nordeste de la localidad, aunque en 2005 preveía seis millones de metros cuadrados de superficie.
El informe consideraba «no viables» seis sectores de la innovación aprobada por el Consistorio en 2010 y aunque en el denominado Plan de Ordenación del Territorio de la Aglomeración Urbana de Málaga (POTAUM), impulsado por la Consejería de Obras Públicas y aprobado por la Junta en 2009, ya figuraba el proyecto como una de las llamadas áreas de oportunidad.
En concreto, en este último documento se aduce a «la pérdida de zonas de alimentación y descanso para aves en migración e invernada», así como al acuífero y a la pérdida de zonas fértiles, aspectos a los que no se hacía referencia alguna en la evaluación ambiental del POTAUM. En esta línea, en octubre de 2009 Medio Ambiente ya había informado favorablemente otra modificación puntual de elementos para la construcción de viviendas en uno de los sectores que ahora considera como no viables. «El Ayuntamiento ha sido más que respetuoso con toda la zona de defensa del río Guadalhorce, ya que deja libre de cualquier desarrollo urbanístico una franja de entre 500 y 350 metros de anchura que queda totalmente virgen», señaló Villanova.
Ahora, el munícipe alhaurino, tras la reunión mantenida con la Junta de Andalucía, asegura que se encuentran en un «compás de espera», y que confía en que el Gobierno andaluz «rectifique y se ponga del lado de la razón, del sentido común y la legalidad, no del sectarismo, como demostró con el informe».
Por su parte, el delegado provincial de Medio Ambiente, Javier Carnero, asegura que la intención de la Junta de Andalucía es «agilizar la ciudad aeroportuaria», aunque «el proyecto se tiene que adaptar, en gran medida, al informe medioambiental», eso sí, «con algunas apreciaciones» que podrían tenerse en cuenta.
Así, resalta «los problemas de inundabilidad» de la zona si se mantiene su extensión. «Nosotros estamos dispuestos a seguir adelante con el proyecto, igual que el Ayuntamiento, y por ello, estamos acercando posturas», sentencia.
Mientras, Juan Manuel Mancebo, edil de Equo-Electores, partido ecologista, pone en duda «la viabilidad económica de la ciudad aeroportuaria», alertando sobre las consecuencias negativas sobre el río, la zona fértil y las especies protegidas de la zona. Además, considera que este proyecto es «una continuación de las políticas especulativas insostenibles basadas en la explotación del territorio sin tener en consideración las consecuencias sociales y medioambientales».
El concejal denunció «irregularidades» cuando el PP solicitó al pleno, el pasado mes de marzo, el rechazo al informe de la Junta, al «no haberse facilitado a la oposición el propio informe, y al haberse omitido información sustancial de los requerimientos de los técnicos de medio ambiente».
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