jueves, 13 de febrero de 2014

LA SANIDAD MALAGUEÑA EN LA UVI "CHARE DEL GUADALHORCE APERTURA YA"

PROFESIONALES EXIGEN MEDIDAS URGENTES ANTE LA CONSTANTE SATURACIÓN DE CARLOS HAYA Y CLÍNICO.

  Imagen de pacientes acostados en camillas en las urgencias del Hospital Clínico Universitario. :: Sur
Fuente.: Diario Sur.
La saturación que soportan este invierno los dos grandes hospitales públicos de la capital malagueña requiere de la adopción de medidas urgentes que supongan un balón de oxígeno a un problema sin resolver. Profesionales de Carlos Haya y el Clínico Universitario denuncian que la presión asistencial ha crecido muy por encima de las posibilidades que ambos centros tienen de ofrecer una respuesta solvente a los enfermos. Los recortes aplicados los dos últimos años por culpa de la crisis han descompensado la balanza de la oferta y la demanda. La escasez de contrataciones, la falta de camas, la masificación de las urgencias y los tijeretazos dados en la adquisición de medios técnicos han puesto contra las cuerdas a Carlos Haya y el Clínico.
Médicos consultados por este periódico señalaron que hacen todo lo que pueden para que las penurias que soportan ambos hospitales repercutan lo menos posible en los pacientes, pero que con frecuencia se ven desbordados. «Las contrataciones del persona facultativo y de enfermería al 75 por ciento están haciendo mucho daño. Hay servicios donde el número de médicos en esas condiciones es elevado. El resultado es que no den abasto por más que lo intenten», indicó un especialista que tiene su plaza en propiedad.
Otro elemento que lastra la asistencia es la falta de camas de los dos centros. Esa circunstancia provoca tapones en las urgencias, donde los enfermos esperan, en ocasiones, 24, 48 o incluso 72 horas hasta que pasan a planta. «Antes, de forma puntual, se producía una saturación en urgencias, pero de un tiempo a esta parte el problema se está cronificando. La clave, además de poner refuerzos de personal, es que haya una mejor gestión de las camas, porque si no se hace cada vez iremos a peor», comentó un médico de urgencias. En el caso de Carlos Haya, aparte de que se llenen de pacientes, las urgencias están obsoletas, son incómodas y necesitan más espacio. Para paliar ese hecho, el hospital va a abordar una reforma cara a mejorar la asistencia. Para ello, habrá una reestructuración funcional y una reordenación de espacios. Las obras comenzarán cuando acabe el periodo de alta frecuentación en el que ahora está inmerso Carlos Haya. El plazo de ejecución será de dos meses, con una inversión de 55.000 euros.
El delegado del Sindicato de Enfermería (Satse) en Carlos Haya, José María de la Rosa, manifestó que los dos grandes problemas del hospital son la falta de camas en las plantas y unas urgencias antiguas, pequeñas y sin intimidad para los pacientes. «Málaga necesita otro hospital. Si no se hace, al menos hay que ganar espacio en Carlos Haya para situar más camas», dijo De la Rosa. A ese respecto, apuntó la posibilidad de construir una planta o dos más en cada pabellón del hospital. Otra alternativa es sacar de Carlos Haya los despachos y las zonas administrativas para dedicarlas a la asistencia de los enfermos.
El delegado sindical de CC OO en Carlos Haya, Juan Antonio Torres, también significó que el centro hospitalario está corto de camas, escasez que se acentúa cuando se entra en un periodo de alta frecuentación como el actual. Esa circunstancia también se da en el Clínico, donde los responsables de las plantas hacen juegos malabares para conjugar las altas con las necesidades de ingresos de otros pacientes.
Para el presidente de la Unión de Consumidores de Málaga-UCE, Jesús Burgos, es necesaria una mejor gestión de los cargos directivos. Igualmente, precisó que los servicios hospitalarios han visto reducido su número de camas al carecer del personal para atender a los usuarios.