Por Juan Andrés
Vera
Mucho
ha cambiado el panorama político desde las últimas elecciones
municipales, como ya publiqué en su día, Cártama se quedó como
una isla rodeada de un mar azul lleno de gaviotas y donde no fue
posible arriar la bandera roja. Campo de batalla a nivel provincial,
autonómico e incluso nacional contra los seguidores del ave
palmípeda.
Hoy, a este
emplazamiento junto al río Guadalhorce, y donde en los últimos años
ha desfilado lo más granado del PSOE andaluz, presidenta de la Junta
incluida, se le presentan nuevos problemas, en forma de círculos, de
nuevos colores y porqué no decirlo, del puño y la rosa de su propio
partido.
Aunque en
política todo es imaginable, empezó la legislatura con un pacto de
gobierno imposible de creer por los cartameños, sobre todo porque
una de las partes, capitaneados por el señor Escalona, predicó y
repredicó que él nunca lo haría.
Más
sorprendidos quedamos cuando a las pocos meses, José Garrido, el
alcalde elegido por todos, dimitió y no renunció a su acta de
concejal ni de diputado provincial dando la sensación de que todo
estaba cocinado y pactado de antemano.
Recogió el
testigo Jorge Gallardo, ariete y parapeto durante varios años del
edil saliente, tal vez por ello, el recelo de muchos paisanos a su
nuevo alcalde y tal vez, por este recelo, ha tenido que demostrar
estos años que estaba a la altura. Ha sido el momento de Jorge.
Díganme un acto o un acontecimiento en Cártama donde no haya
asistido y no estuviera flanqueado por una cámara fotográfica que
diera fe en notas de prensa y redes sociales. Elegido por su partido
como secretario de ciudades dentro de la ejecutiva malagueña, afín
ésta a la presidenta de la Junta, Susana Diaz, es un valor al alza,
y ya se le espera en la ejecutiva autonómica y quien sabe, si en la
nacional.
Pasado el
ecuador de la legislatura, unas elecciones europeas, la explosión de
los nuevos partidos, el desencanto general, la rabia y la ira de un
pueblo harto, indignado pero no sumiso y que vaticinaba lo que estaba
por venir. Si, cierto que unas europeas no son comparables a unas
nacionales o autonómicas y menos a unas elecciones municipales,
aunque sea en Europa donde verdaderamente se reparten nuestros
dineros, se dictan las leyes y nos dirigen. Todavía tenemos mucho
que aprender de eso que llaman democracia.
Lo más
destacado en esta legislatura, el pago de la deuda que lo ha
condicionado todo, y la torpeza municipal a la hora de dar una
solución al CHARE, hospital para algunos, del Guadalhorce.
Como adelantado
de la clase, el PSOE de Cártama ha sido el primero en presentar su
lista para las municipales, caras que repiten, caras nuevas y otras
que desaparecen, gente joven y que recoge un amplio espectro del
abanico social cartameño.
Qué decir de
la coalición de CPIC y Vecinos por el Cambio, reducido al partido de
Escalona, como se conoce en Cártama, y fagocitado por el carácter
del concejal de hacienda y varias cosas más, nombrado segundo
teniente de alcalde. Manso aliado. Dónde están los miembros de esa
coalición, en especial Ana Berrocal, cabeza de lista de Vecinos por
el Cambio y que tuvieron en su día la llave del gobierno municipal
en esta legislatura. Cuántos quedan de esa coalición.
Hace poco, el
partido de Escalona comunicó su intención de presentarse
nuevamente, algo que a día de hoy esta por ver.
Manuel
Infantes, de Izquierda Unida, también tuvo en su mano la
gobernabilidad del Ayuntamiento cartameño, pudo seguir los pasos de
sus camaradas en la Junta y aliarse con el PSOE, pero no, fue más
inteligente y decidió con pocos recursos humanos y materiales seguir
en su línea, el tiempo le ha dado la razón.
Repetirá como
candidato en las próximas elecciones, la cuestión es si conseguirá
completar una lista donde muchos de sus seguidores rondan el circulo
de Podemos Cártama.
Hablemos por
último del PP. Lamentable espectáculo el que han dado al final de
la legislatura con la huida de sus concejales al grupo no adscrito o
la renuncia del presidente de Nuevas Generaciones y concejal, Daniel
González, o la falta de oposición que ha habido durante estos años.
Nunca tuvieron tan cerca poder gobernar en Cártama y nunca tuvieron
tan cerca los dos partidos juntos de hacer grandes cosas por su
pueblo. Ambos partidos sumaban mas del 80% de los votos. Si hubieran
remado en la misma dirección, con un Partido Popular gobernando en
Diputación y en el Gobierno Central y con un PSOE instaurado en la
Junta con el permiso de IU, el resultado para nuestro pueblo hubiera
sido grandioso, en vez de eso, decidieron jugar al juego del "tu
más" y rendirse a las directrices generales de sus respectivos
partidos.
A estas alturas
todavía no sabemos los cartameños si Leonor encabezará de nuevo la
lista del PP, y de cómo se encuentran las fuerzas del partido tras
este varapalo.
Irrumpen en
plaza los nuevos partidos.
Ya sabemos que
el círculo de Podemos Cártama se ha organizado y que una cartameña,
Laura Rueda, con el respaldo de los círculos del Guadalhorce, esta
bien posicionada para formar parte del consejo ciudadano en la Junta
de Andalucía por la candidatura de Teresa Rodriguez. Raro será no
verla en el parlamento andaluz.
La cuestión es
si Podemos se presentará a las municipales en Cártama, ya sabemos
que no se atreven con sus siglas, por lo que pudiera pasar, pero si
como un partido de marca blanca.
Por lo
desprendido de la reunión a nivel provincial celebrada en Pizarra,
la presentación o no de un partido instrumental o la agrupación de
electores quedará a criterio de cada círculo.
De UPyD poco se
sabe. Si hay o había un movimiento de este partido en Cártama, pero
a día de hoy nada más.
Los que si ya
se han dejado ver por Cártama es el partido de Ciudadanos. Formado
por gente joven con el apoyo y respaldo de personas con varios años
de experiencia en esto de la política.
En las últimas
encuestas, ciudadanos se coloca como la cuarta fuerza política a
nivel general y subiendo. Un partido que ha sabido quitarse el
complejo de catalán y en el que su líder, de madre malagueña,
Albert Rivera, va subiendo puestos a costa de Rosa Díez.
Las encuestas
también dicen que los votantes de Ciudadanos lo son por su programa
electoral y no por recoger el descontento social y que las
afiliaciones se multiplican por días.
Queda por ver
si en Cártama lograrán en estas elecciones presentar una lista y en
que manera influirá aglutinar a personas de otros partidos.
Lo mas seguro
que surja algún que otro dando más colorido a la mesa de las
papeletas.
Llega la hora
de la verdad, y la primera batalla para saber quien gobernará en
Cártama se librará en las elecciones andaluzas. De su resultado
dependerá mucho el devenir de nuestro pueblo durante los próximos
cuatro años.