Lo difícil lo hago fácil, en lo imposible tardo un poco más. Esta frase se aplica a los asuntos de complicada resolución. La traigo a colación en referencia a la puesta en marcha del centro hospitalario de alta resolución de especialidades (chare) del Guadalhorce. Ese hospital tendría que haber comenzado a funcionar hace ocho años, pero, como el desarrollo del proyecto ha sido más lento que el caballo del malo, sigue con las puertas cerradas. Siempre que el consejero de Salud, Aquilino Alonso, viene a Málaga se le inquiere por la apertura del chare. La pregunta parece sacada de la película 'Atrapado en el tiempo'. El consejero no es Bill Murray, protagonista de ese filme, pero está atrapado en el chare. Alonso asistió el pasado viernes a un acto en la sede de la Cooperativa Farmacéutica Andaluza (Cofaran) y, como supondrán, se le volvió a preguntar por el todavía no estrenado hospital del Guadalhorce. En esta ocasión, el consejero debía despejar la incógnita relativa a ¿cómo lo va a hacer Salud para abrir el chare en el plazo de una semana una vez que terminen las obras del vial de acceso? Los trabajos de acondicionamiento del camino que conduce al centro hospitalario (actuación que pagará la Diputación Provincial) está previsto que comiencen a primeros de 2016 y deben estar acabados en abril. Aquilino Alonso dejó claro que en una semana es imposible ejecutar todos los trámites necesarios e imprescindibles para abrir el hospital. «Hay que poner el centro en marcha con garantías de calidad y no de una forma loca», argumentó el consejero.
La respuesta sería una más de las que manifiestan los políticos cuando se les acerca un micrófono si no fuese porque la Comisión de Salud del Parlamento andaluz aprobó por unanimidad el pasado mes de noviembre una proposición no de ley, presentada por el PP, que indicaba que el chare del Guadalhorce se abriría una semana después de concluir las obras del vial. Pues bien, ya ha asegurado el consejero de Salud que en ese plazo es imposible que el hospital funcione como un reloj. Si la Junta no ha sido capaz de que el centro eche a andar en ocho años ¿cómo se puede pensar que lo va a hacer en siete días? Si el grupo socialista sabía que en una semana no es viable abrir el chare, ¿por qué votó a favor de la propuesta del PP? ¿Es que los parlamentarios socialistas dicen sí pese a ser conscientes de que es no? Cuando llegue el momento, y no se lleve a cabo lo dispuesto por el Parlamento, ¿qué ocurrirá? Que los ciudadanos de la comarca del Guadalhorce, con toda la razón del mundo, volverán a sentirse engañados y denunciarán que la Consejería de Salud les ha mentido. Es lo que sucede cuando se promete y no se cumple.
La respuesta sería una más de las que manifiestan los políticos cuando se les acerca un micrófono si no fuese porque la Comisión de Salud del Parlamento andaluz aprobó por unanimidad el pasado mes de noviembre una proposición no de ley, presentada por el PP, que indicaba que el chare del Guadalhorce se abriría una semana después de concluir las obras del vial. Pues bien, ya ha asegurado el consejero de Salud que en ese plazo es imposible que el hospital funcione como un reloj. Si la Junta no ha sido capaz de que el centro eche a andar en ocho años ¿cómo se puede pensar que lo va a hacer en siete días? Si el grupo socialista sabía que en una semana no es viable abrir el chare, ¿por qué votó a favor de la propuesta del PP? ¿Es que los parlamentarios socialistas dicen sí pese a ser conscientes de que es no? Cuando llegue el momento, y no se lleve a cabo lo dispuesto por el Parlamento, ¿qué ocurrirá? Que los ciudadanos de la comarca del Guadalhorce, con toda la razón del mundo, volverán a sentirse engañados y denunciarán que la Consejería de Salud les ha mentido. Es lo que sucede cuando se promete y no se cumple.