Fuente.: Diario Sur.
Csif denuncia que los facultativos reciben presiones para reducir el envío de pacientes a los especialistas para no aumentar la lista de espera.
Los médicos de atención primaria sufren presiones por parte del SAS para limitar el envío de los pacientes a los servicios de traumatología y rehabilitación del Hospital Regional Carlos Haya para que no incrementen más su lista de espera. Así lo denunció ayer la Central Sindical Independiente de Funcionarios (Csif-Málaga) en referencia a una nota puesta en el área de trabajo del centro de salud de La Roca advirtiendo a la plantilla de la inconveniencia de seguir ordenando derivaciones a traumatología y a rehabilitación, ya que esas unidades están «a punto de no cumplir los objetivos». Csif-Málaga «considera intolerable que desde la dirección de un centro sanitario, a instancias del distrito, se pida a los profesionales limitar la atención médica especializada a los pacientes en función de criterios puramente economicistas».
La nota se puso en una estantería, situada junto al servicio de admisión del centro de salud de La Roca, indicó Csif. En el escrito se hace hincapié en que los médicos de familia tengan «cuidado» con el envío de pacientes a traumatología y rehabilitación. «Esa advertencia está ligada a que las listas de espera están desbordadas en esas dos especialidades, por lo que el SAS quiere controlar las derivaciones de los pacientes», indicó ayer a este periódico el presidente de Sanidad de Csif-Málaga, Antonio Osorio. «Están primando los criterios económicos en vez de los clínicos», aseguró el sindicalista.
Control del gasto
A ese respecto, Csif precisó que parte de los objetivos a los que hace referencia la nota de la dirección del centro de salud de La Roca están unidos al control del gasto en materia sanitaria y repercuten en las cantidades que los cargos intermedios y trabajadores perciben como complemento por productividad.
La central sindical sospecha que la advertencia de disminuir el envío de enfermos a los especialistas de los hospitales «podría tratarse de una práctica extendida en todo el distrito sanitario Málaga-Guadalhorce. «Es inadmisible que los profesionales médicos soporten injerencias de este tipo, especialmente tratándose de derivar a un paciente para que le diagnostique un especialista», afirmó Csif-Málaga, que ha pedido explicaciones a la Administración por este asunto y ha exigido que «cese cualquiert tipo de presión sobre los profesionales sanitarios, que lo que hacen es limitarse a cumplir con su trabajo». Asimismo, denunció que el SAS continúa relegando a un segundo plano la atención sanitaria que se da a los ciudadanos y la calidad de la asistencia que reciben.
Por su parte, fuentes oficiales del distrito sanitario Málaga-Guadalhorce, manifestaron que la nota mencionada por Csif ya ha sido retirada por la dirección del centro de salud de La Roca. Según explicaron, ese escrito tiene que ver con un acuerdo de 2015 que recogía que las derivaciones no quirúrgicas de los pacientes debían hacerse al servicio de rehabilitación y no al de traumatología. Las fuentes añadieron que el sentido de ese acuerdo era reordenar las derivaciones en función de las patologías y de la sospecha diagnóstica de los enfermos.
Csif denuncia que los facultativos reciben presiones para reducir el envío de pacientes a los especialistas para no aumentar la lista de espera.
Los médicos de atención primaria sufren presiones por parte del SAS para limitar el envío de los pacientes a los servicios de traumatología y rehabilitación del Hospital Regional Carlos Haya para que no incrementen más su lista de espera. Así lo denunció ayer la Central Sindical Independiente de Funcionarios (Csif-Málaga) en referencia a una nota puesta en el área de trabajo del centro de salud de La Roca advirtiendo a la plantilla de la inconveniencia de seguir ordenando derivaciones a traumatología y a rehabilitación, ya que esas unidades están «a punto de no cumplir los objetivos». Csif-Málaga «considera intolerable que desde la dirección de un centro sanitario, a instancias del distrito, se pida a los profesionales limitar la atención médica especializada a los pacientes en función de criterios puramente economicistas».
La nota se puso en una estantería, situada junto al servicio de admisión del centro de salud de La Roca, indicó Csif. En el escrito se hace hincapié en que los médicos de familia tengan «cuidado» con el envío de pacientes a traumatología y rehabilitación. «Esa advertencia está ligada a que las listas de espera están desbordadas en esas dos especialidades, por lo que el SAS quiere controlar las derivaciones de los pacientes», indicó ayer a este periódico el presidente de Sanidad de Csif-Málaga, Antonio Osorio. «Están primando los criterios económicos en vez de los clínicos», aseguró el sindicalista.
Control del gasto
A ese respecto, Csif precisó que parte de los objetivos a los que hace referencia la nota de la dirección del centro de salud de La Roca están unidos al control del gasto en materia sanitaria y repercuten en las cantidades que los cargos intermedios y trabajadores perciben como complemento por productividad.
La central sindical sospecha que la advertencia de disminuir el envío de enfermos a los especialistas de los hospitales «podría tratarse de una práctica extendida en todo el distrito sanitario Málaga-Guadalhorce. «Es inadmisible que los profesionales médicos soporten injerencias de este tipo, especialmente tratándose de derivar a un paciente para que le diagnostique un especialista», afirmó Csif-Málaga, que ha pedido explicaciones a la Administración por este asunto y ha exigido que «cese cualquiert tipo de presión sobre los profesionales sanitarios, que lo que hacen es limitarse a cumplir con su trabajo». Asimismo, denunció que el SAS continúa relegando a un segundo plano la atención sanitaria que se da a los ciudadanos y la calidad de la asistencia que reciben.
Por su parte, fuentes oficiales del distrito sanitario Málaga-Guadalhorce, manifestaron que la nota mencionada por Csif ya ha sido retirada por la dirección del centro de salud de La Roca. Según explicaron, ese escrito tiene que ver con un acuerdo de 2015 que recogía que las derivaciones no quirúrgicas de los pacientes debían hacerse al servicio de rehabilitación y no al de traumatología. Las fuentes añadieron que el sentido de ese acuerdo era reordenar las derivaciones en función de las patologías y de la sospecha diagnóstica de los enfermos.