Fuente.: Diario Sur.
Alejandro Medina cerró el último año a medio camino entre la decepción y la incertidumbre. A sus espaldas, un campeonato casi ganado que se le escapó de las manos; ante sus ojos, un panorama dudoso protagonizado por la disyuntiva entre cambiar o no de categoría, a expensas de si aparecería algún patrocinador. 2014 se aproxima a su ecuador y, hasta ahora, la fortuna ha sido esquiva con el piloto de la Estación de Cártama. A pesar de ello, el joven de 17 años no pierde el afán competitivo y se muestra deseoso de cambiar a mejor el rumbo de la campaña. Este fin de semana corre en Montmeló con la esperanza de continuar la adaptación a su nueva moto y estar arriba cuanto antes.
La temporada pasada, Medina brilló en la categoría de Moto 3 del Campeonato de España de Velocidad (CEV), la tradicional cantera del Mundial de motociclismo. Aunque no sumó ninguna victoria, los sucesivos podios que consiguió le concedieron una posición privilegiada: mediada la última carrera del año, era campeón. A pocas vueltas para la bandera a cuadros, su KTM se averió y arruinó sus aspiraciones. «Las cosas hubieran sido más fáciles de haber ganado el CEV, pero pensar en ello no vale de nada», reflexiona Medina.
No obstante, hay algo que ha supuesto una liberación para el piloto: acaba de terminar 4.º de ESO tras varios años con dificultades para compaginar, estudios, carreras y su exigente rutina de entrenamiento. «La verdad es que me he quitado un peso de encima», confiesa Medina antes de afirmar que desea «seguir estudiando». El siguiente objetivo es volver a estar cómodo sobre la moto para continuar creciendo y terminar la temporada lo mejor posible. La primera etapa para lograrlo pasa por Montmeló.
Alejandro Medina cerró el último año a medio camino entre la decepción y la incertidumbre. A sus espaldas, un campeonato casi ganado que se le escapó de las manos; ante sus ojos, un panorama dudoso protagonizado por la disyuntiva entre cambiar o no de categoría, a expensas de si aparecería algún patrocinador. 2014 se aproxima a su ecuador y, hasta ahora, la fortuna ha sido esquiva con el piloto de la Estación de Cártama. A pesar de ello, el joven de 17 años no pierde el afán competitivo y se muestra deseoso de cambiar a mejor el rumbo de la campaña. Este fin de semana corre en Montmeló con la esperanza de continuar la adaptación a su nueva moto y estar arriba cuanto antes.
La temporada pasada, Medina brilló en la categoría de Moto 3 del Campeonato de España de Velocidad (CEV), la tradicional cantera del Mundial de motociclismo. Aunque no sumó ninguna victoria, los sucesivos podios que consiguió le concedieron una posición privilegiada: mediada la última carrera del año, era campeón. A pocas vueltas para la bandera a cuadros, su KTM se averió y arruinó sus aspiraciones. «Las cosas hubieran sido más fáciles de haber ganado el CEV, pero pensar en ello no vale de nada», reflexiona Medina.
Una vez más, la familia del cartameño lo ha
avalado económicamente para poder formar parte de la parrilla, aunque el
Centro del Motor de Málaga contribuye con una pequeña ayuda. El joven
decidió saltar a Moto2, donde ahora corre con una máquina de Ariane,
fabricante español que ganó el campeonato en 2013. Sin embargo, su
temporada ha estado marcada por el infortunio. Sin ir más lejos, en la
tanda de entrenamientos de la primera cita de la competición, en Jerez,
se cayó y se rompió la clavícula. Como consecuencia, un mes de baja.
Recuperar sensaciones
El cartameño volvió a las pistas hace dos semanas, en el Motorland de
Alcañiz (Teruel),donde la suerte tampoco lo acompañó. «En la primera
manga, me caí en la última vuelta, y en la segunda se rompió el carenado
y me tuve que retirar», relata. Así pues, en Montmeló puede completar
su primera carrera sin incidencias en mucho tiempo. Hay ganas, claro,
pero Medina no quiere hablar de presión: «Ya demostré el año pasado lo
que puedo hacer. Lo que busco de momeno es sentirme bien con la moto»,
explica. Tampoco se marca plazos para llegar al Mundial, ya que, como
indica, «aún soy joven y compito con gente más mayor que yo, así que no
hay prisa».
No obstante, hay algo que ha supuesto una liberación para el piloto: acaba de terminar 4.º de ESO tras varios años con dificultades para compaginar, estudios, carreras y su exigente rutina de entrenamiento. «La verdad es que me he quitado un peso de encima», confiesa Medina antes de afirmar que desea «seguir estudiando». El siguiente objetivo es volver a estar cómodo sobre la moto para continuar creciendo y terminar la temporada lo mejor posible. La primera etapa para lograrlo pasa por Montmeló.