El presidente de la República del Congo, Denis Sassou Nguesso, ha donado 10.000 euros para los vecinos de Carratraca, donde ha descansado en los últimos días, y lo ha hecho de una manera peculiar al entregarlos directamente a uno de ellos, que ha empezado a repartirlos al resto.
Francisco Florido, de 84 años, recibió el sobre con tan
cuantioso regalo y el encargo de su distribución por parte del mismísimo
presidente congolés, pero aún no entiende el motivo por el que se fijó
en él sin haber hablado previamente, "de buenas a primeras" le entregó
el importe, tal como ha explicado este vecino.
Para Francisco ha sido "un problema gordo", ya que al
principio desconocía cómo iba a distribuir la cantidad, así que lo
primero que se le ocurrió fue acudir al Ayuntamiento en busca del censo
para determinar qué suma le correspondía a cada uno, que ha resultado
ser de 12 euros.
Con ayuda de su hija y su yerno, colocó una mesa en la
puerta de casa y pegó carteles por el municipio con los días y horario
de reparto del dinero para ordenar la tarea en la medida de lo posible.
Desde el pasado martes, los vecinos de esta localidad de
menos de 900 habitantes han ido pasando por casa de Francisco a recoger
su parte de este regalo que el mandatario ha querido dejar para ellos,
al parecer, en agradecimiento por el trato recibido durante los cuatro
días de su estancia en la población, hasta el pasado domingo.
Francisco y su mujer, María Cristina, de 77 años, han
escuchado historias de todo tipo: vecinos que lo utilizarán para pagar
la luz, otros que lo donarán a asociaciones y hasta pequeños enfados de
personas que no han podido recoger su parte por no presentar el
documento nacional de identidad, requisito imprescindible.
La única explicación que se da el hombre de que fuera él
elegido es que el mandatario congoleño lo veía a diario a las puertas
del balneario donde se alojaba con su séquito o que recabara información
y se enterara de lo conocido que es en Carratraca, pues fue alcalde,
practicante, director de sucursal bancaria y hasta juez.
La estancia del presidente y sus acompañantes ha dejado
momentos como una misa privada en la iglesia o la estampa del mandatario
en albornoz en el balcón del Hotel Villa Padierna Thermas hablando con
los vecinos.
Francisco, que en ningún momento se planteó quedarse con el
dinero, ha asegurado que las cosas se están haciendo bien y espera que
la próxima semana esté todo el dinero repartido.