domingo, 23 de diciembre de 2012

Sin ayudas tres meses después. Inundaciones 28 s

        Pedro Pérez enseña la desolación de sus limoneros, llenos de barro y cañizo, los que han sobrevivido. R. Cañada

Fuente.: La Opinión de Málaga.

Cientos de personas siguen luchando por recuperar parte de lo que se llevó la riada


R. Cañada / M. Rosales Estos días se cumplen tres meses de las lluvias torrenciales que azotaron gran parte de la provincia. El agua hizo acto de presencia el 28 de septiembre, y hasta la fecha, los responsables municipales de la comarca de Antequera y del Guadalhorce, dos de las zonas más afectadas, reconocen que no han recibido ni un euro para ayudar a los cientos de afectados, que en muchas ocasiones lo perdieron todo.

Personas que vieron cómo en minutos la fuerza del agua se llevó por delante sus casas, coches y hasta el negocio de toda una vida. Municipios como Villanueva del Rosario movilizaron a todo un pueblo para recuperar poco a poco la normalidad, mientras evaluaban los daños, que estiman en 3,7 millones de euros. Como señala su alcalde, Jose Antonio González, hasta la fecha, salvo la limpieza de cauces y caminos, para las familias no ha llegado nada y es el Ayuntamiento el que ha ido apoyando a los afectados. Ahora destina para ellos 20.000 euros directos.

En una situación similar, salvando las distancias, se encuentran los ayuntamientos de los municipios de Álora, Pizarra y Cártama, en el Valle del Guadalhorce, que han tenido que «sacar de donde no hay» para poder arreglar infraestructuras.

De esta forma, Pizarra gastó casi 1,5 millones de euros; Álora, en torno al millón de euros, y Cártama, unos 500.000. Ocurre igual en municipios vecinos como Villanueva del Trabuco, Archidona o Mollina, entre otros, donde siguen esperando también alguna partida directa a afectados.

Precisamente, la limpieza de cauces es una de las reivindicaciones que hace la Asociación de Jóvenes Agricultores (Asaja-Málaga), cuyas pérdidas han cifrado en 20 millones de euros. El presidente, Carlos Blázquez, asegura que no ha llegado aún ninguna ayuda directa y siguen buscando e intentando cerrar propuestas que alivien la carga impositiva del agricultor de cara al próximo año. Los afectados coinciden en que son los propios vecinos, los familiares, los amigos y autoridades municipales los que hacen posible que tres meses después sigan luchando para borrar las huellas de una tragedia que permanecerá siempre en su memoria.
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