Una persecución de 350 kilómetros y 24 horas para recuperar su camión grúa robado
La compra de una rueda en un taller delató a un individuo Los dueños lo siguieron hasta Villanueva del Trabuco, pasando por Algeciras.
Fuente.: Diario Málaga Hoy.
Ninguno de los tres empresarios olvidarán la persecución durante 350 kilómetros, según sus cálculos, que tuvieron que protagonizar para conseguir su propósito. Menos aún que la actuación sirviera para recuperar el camión grúa, valorado en unos 100.000 euros, que un individuo les robó de su almacén de construcción, situado en Cártama, hace casi dos meses. "Ha sido un regalo anticipado de los Reyes Magos", asegura con tono modesto Sergio, uno de los dueños. El seguimiento de un hombre, de aspecto magrebí, que podía tener oculto el vehículo duró 24 horas. "Estuvimos de guardia. Íbamos los tres en dos coches. Hacíamos turnos. Uno iba delante y otro detrás. El conductor viajaba muy despacio, llegamos a pensar que se había dado cuenta de que lo estábamos persiguiendo", recuerda.
Los hechos se remontan al jueves de la semana pasada, cuando una llamada devolvió a los hermanos Medina la esperanza que la falta de información sobre el paradero del vehículo había aniquilado. Al otro lado del teléfono estaba un trabajador del taller al que acudían con frecuencia. "Me comentó que un hombre estaba interesado en comprar una rueda. Al preguntarle el empleado de qué tipo era, le enseñó una foto que tenía en el móvil y concretó que la necesitaba para el camión que aparecía en ella", precisa. El trabajador reconoció el vehículo y se refugió en una habitación para avisar a los propietarios. Estaba convencido de que era el mismo que robaron en octubre. Y así fue. Para no levantar sospechas, sacó la rueda que el individuo le había pedido y éste después se marchó en una furgoneta.
Ante la duda de que pudiera tratarse de la grúa sustraída, ni cortos ni perezosos, los empresarios (dos hermanos y el cuñado de uno de ellos) se dirigieron hacia el taller, en el Polígono Guadalhorce, e iniciaron una persecución del misterioso cliente para conocer dónde ocultaba el camión. Fue entonces cuando comenzó una aventura que no acabaría hasta un día después. El seguimiento de la furgoneta les llevó hasta Algeciras. El conductor paró en una casa para descansar. "Nosotros, mientras, buscábamos por el puerto y por los polígonos pensando que podíamos encontrar allí el camión", señala Sergio.
Cuando ya había amanecido, los tres socios se vieron inmersos en un viaje de vuelta cuyo destino desconocían. La ruta acabó en Villanueva del Trabuco. Al llegar a una nave de un polígono que parecía estar abandonado, comprobaron que estaba cerrada. Sin embargo, una ranura de apenas un centímetro entre el portón y el suelo permitía hacer una foto del interior, que al parecer había sido ocupado de forma ilegal. Bingo. El camión estaba allí escondido. "Cuando lo vimos, pensé: 'De aquí no me muevo'. Llamamos a la Guardia Civil, que entonces comenzó a investigar de quién era la nave. Habían robado la documentación de otro vehículo y le habían colocado unas placas falsas", subraya uno de los dueños.
Estaba, eso sí, en perfecto estado. Únicamente lo habían cubierto con cemento mezclado con agua para fingir, supuestamente, que había sido utilizado para trabajos de obra. También le habían eliminado los rótulos que reflejaba el nombre de la empresa: Hermanos Medina. Al día siguiente pudieron recuperar el vehículo, que tendrá que pasar de nuevo la ITV. "Lo daba por perdido. Habían pasado cerca de dos meses. Cuando es tuyo no lo piensas, pero nos planteamos que nos podía haber pasado algo. Mereció la pena", sentencia orgulloso Sergio.
La compra de una rueda en un taller delató a un individuo Los dueños lo siguieron hasta Villanueva del Trabuco, pasando por Algeciras.
Fuente.: Diario Málaga Hoy.
Ninguno de los tres empresarios olvidarán la persecución durante 350 kilómetros, según sus cálculos, que tuvieron que protagonizar para conseguir su propósito. Menos aún que la actuación sirviera para recuperar el camión grúa, valorado en unos 100.000 euros, que un individuo les robó de su almacén de construcción, situado en Cártama, hace casi dos meses. "Ha sido un regalo anticipado de los Reyes Magos", asegura con tono modesto Sergio, uno de los dueños. El seguimiento de un hombre, de aspecto magrebí, que podía tener oculto el vehículo duró 24 horas. "Estuvimos de guardia. Íbamos los tres en dos coches. Hacíamos turnos. Uno iba delante y otro detrás. El conductor viajaba muy despacio, llegamos a pensar que se había dado cuenta de que lo estábamos persiguiendo", recuerda.
Los hechos se remontan al jueves de la semana pasada, cuando una llamada devolvió a los hermanos Medina la esperanza que la falta de información sobre el paradero del vehículo había aniquilado. Al otro lado del teléfono estaba un trabajador del taller al que acudían con frecuencia. "Me comentó que un hombre estaba interesado en comprar una rueda. Al preguntarle el empleado de qué tipo era, le enseñó una foto que tenía en el móvil y concretó que la necesitaba para el camión que aparecía en ella", precisa. El trabajador reconoció el vehículo y se refugió en una habitación para avisar a los propietarios. Estaba convencido de que era el mismo que robaron en octubre. Y así fue. Para no levantar sospechas, sacó la rueda que el individuo le había pedido y éste después se marchó en una furgoneta.
Ante la duda de que pudiera tratarse de la grúa sustraída, ni cortos ni perezosos, los empresarios (dos hermanos y el cuñado de uno de ellos) se dirigieron hacia el taller, en el Polígono Guadalhorce, e iniciaron una persecución del misterioso cliente para conocer dónde ocultaba el camión. Fue entonces cuando comenzó una aventura que no acabaría hasta un día después. El seguimiento de la furgoneta les llevó hasta Algeciras. El conductor paró en una casa para descansar. "Nosotros, mientras, buscábamos por el puerto y por los polígonos pensando que podíamos encontrar allí el camión", señala Sergio.
Cuando ya había amanecido, los tres socios se vieron inmersos en un viaje de vuelta cuyo destino desconocían. La ruta acabó en Villanueva del Trabuco. Al llegar a una nave de un polígono que parecía estar abandonado, comprobaron que estaba cerrada. Sin embargo, una ranura de apenas un centímetro entre el portón y el suelo permitía hacer una foto del interior, que al parecer había sido ocupado de forma ilegal. Bingo. El camión estaba allí escondido. "Cuando lo vimos, pensé: 'De aquí no me muevo'. Llamamos a la Guardia Civil, que entonces comenzó a investigar de quién era la nave. Habían robado la documentación de otro vehículo y le habían colocado unas placas falsas", subraya uno de los dueños.
Estaba, eso sí, en perfecto estado. Únicamente lo habían cubierto con cemento mezclado con agua para fingir, supuestamente, que había sido utilizado para trabajos de obra. También le habían eliminado los rótulos que reflejaba el nombre de la empresa: Hermanos Medina. Al día siguiente pudieron recuperar el vehículo, que tendrá que pasar de nuevo la ITV. "Lo daba por perdido. Habían pasado cerca de dos meses. Cuando es tuyo no lo piensas, pero nos planteamos que nos podía haber pasado algo. Mereció la pena", sentencia orgulloso Sergio.