FUENTE.: DIARIO SUR.
El presidente Denis Sassou-Nguesso y
su familia, que veranean en Marbella, se trasladan al pueblo para
disfrutar de unos días en el spa de cinco estrellas que aprovecha las
legendarias aguas sulfurosas de la zona.
l presidente de la República del Congo, Denis
Sassou-Nguesso, y su nutrido séquito hicieron ayer rememorar al pequeño
pueblo de Carratraca su esplendoroso pasado, cuando allá por el siglo
XIX su famoso balneario lo convirtiera en foco turístico de la burguesía
de la época.
La llegada del mandatario africano al complejo Villa
Padierna Thermas de Carratraca, el hotel de cinco estrellas que explota
ahora este histórico manantial de aguas sulfurosas y medicinales, generó
un considerable revuelo en esta localidad de menos de mil habitantes,
que durante toda la mañana experimentó un incesante ir y venir de
vehículos en una villa poco acostumbrada a recibir a jefes de estado.
«Habrán llegado veinte o veinticinco coches», relataba un
vecino que pocos días antes fue testigo de cómo el personal de seguridad
inspeccionaba los alrededores del hotel, con perros incluidos. Denis
Sassou-Nguesso, que preside el Congo desde 2001, llegó poco antes de la
una de la tarde, con la intención de pasar todo el fin de semana y, al
parecer, para someterse a un tratamiento dietético especial y a probar
las aguas del balneario, con fama de milagrosas. Así lo explicó a este
periódico el empresario Ricardo Arranz, que gestiona este
establecimiento, considerado como el mejor spa hotel de España, según la
organización World Travel Awards.
«Es bueno que personajes de esta categoría empiecen a
acceder al turismo de salud», reflexionó Arranz, que confirmó que el
presidente se ha alojado en Carratraca junto con su familia, aunque la
mayor parte de sus muchos acompañantes formaban parte de su equipo de
seguridad. «El año pasado ya estuvieron en el Villa Padierna (Marbella) y
el séquito era enorme», apunta el empresario. La comitiva del Congo
había reservado alrededor de una veintena de habitaciones para esta
estancia, que supone un paréntesis en las vacaciones que Kabila pasa en
el Marbella Club.
Visita a La Rosaleda
De hecho, el pasado fin de semana el presidente, junto con
sus hijos, algunos ministros y, por supuesto, los encargados de velar
por su seguridad, acudieron al estadio de La Rosaleda a presenciar el
encuentro entre el Málaga C. F. y el Barcelona.
Fue una visita que no pasó ni mucho menos inadvertida, con
14 vehículos de alta gama a los que la policía abrió paso a su llegada
al campo, y con 'overbooking' en el palco y en la zona vip. Más
tranquila se prevé la estancia en Carratraca, donde durante el día de
ayer el presidente apenas se dejó ver, recluido en las comodidades del
complejo, formado por 43 habitaciones de lujo con obras de arte en sus
paredes.
La alcaldesa del municipio, Marian Fernández, se acercó por
la tarde a intentar saludar y dar la bienvenida al líder africano. «Al
principio el pueblo estaba asustado, porque hay un dispositivo de
seguridad tan enorme... Pero ya se ha corrido la voz de quién es. Yo
estoy encantada de que vengan, y esperemos como él», afirmaba la
regidora.