Los trabajos para la instalación de los colectores ya han comenzado, y en breve está previsto que arranquen los de la depuradora.
FUENTE.:DIARIO SUR
ARRANCAN LAS OBRAS QUE ACABARÁN CON LOS VERTIDOS DE AGUAS RESIDUALES AL GUADALHORCE.
La Junta impulsa de una tacada la
construcción de la depuradora del Bajo Guadalhorce y las tuberías que
darán servicio a Álora, Pizarra, Coín, Cártama y Alhaurín el Grande.
Después de varios años de parálisis, la Junta de Andalucía
empieza a poner en marcha la maquinaria en su objetivo de alcanzar el
vertido cero de aguas residuales, aunque ya reconocen que va a ser
imposible lograr el objetivo antes del 1 de enero de 2016, tal y como
exige la Unión Europea. Y lo hace impulsando de forma simultánea las
obras de tres proyectos que han permanecido guardados en el cajón desde
que fueron adjudicados en 2007 a pesar de ser prioritarios para que el
río Guadalhorce deje de ser el sumidero donde va a parar la carga
contaminante que genera la mayor parte de la comarca a la que baña: la
depuradora que dará servicio a Pizarra, Álora y Coín; los 28 kilómetros
de tuberías que canalizarán los residuos de estos tres municipios hasta
la estación que se construirá en Pizarra; y los 25 kilómetros del
colector que recogerá los vertidos de Alhaurín el Grande y Cártama para
que pasen por los filtros de la central del Guadalhorce, en Málaga
capital. En su conjunto, las tres actuaciones permitirán atender a
partir de 2015 las aguas residuales de unos 160.000 habitantes, de forma
que, a falta de Nerja (el Ministerio de Medio Ambiente ya ha adjudicado
las obras de la depuradora) todos los grandes y medianos municipios de
la provincia tendrán las infraestructuras necesarias para tratar sus
aguas.
Los trabajos para la creación del sistema de colectores ya
han comenzado y, según aseguraron desde la Consejería de Medio Ambiente,
en las próximas semanas deberían iniciarse los primeros movimientos de
tierra para la construcción de la estación depuradora en la confluencia
de los ríos Grande y Guadalhorce, en la zona conocida como La Aljaima,
en el límite con Cártama. Unos pasos que se dan un mes después de que la
Junta diera luz verde al inicio de las obras mediante una orden fechada
el pasado 26 de junio, dándole a las respectivas empresas
adjudicatarias un plazo de seis meses para ponerse en marcha.
En total, las obras supondrán una inversión de 20,2
millones de euros, que se financiarán con fondos europeos y parte del
dinero que el Gobierno autonómico viene recaudando desde mayo de 2011 a
todos los andaluces a través del canon de mejora de infraestructuras
hidráulicas que se carga en la factura del agua y que supone en torno a
1,5 euros mensuales por usuario. Solo en la provincia de Málaga el
montante acumulado hasta ahora ronda ya los 26 millones de euros.
Dos años de plazo
Si se cumplen las previsiones, para que la depuradora del
Bajo Guadalhorce entre en servicio habrá que esperar unos dos años (las
obras tienen un plazo de 17 meses, a lo que habrá que sumar el periodo
de pruebas). Los trabajos corren por cuenta de la unión de empresas
formada por Elecnor y Montaysa con un presupuesto de 5,9 millones de
euros. La planta tendrá capacidad para tratar 8.295 metros cúbicos de
agua al día mediante dos decantadores, además de contar con sistemas
para evitar los malos olores.
Para que las aguas residuales lleguen a la depuradora se
van a crear dos colectores. El primero, de 18.595 metros, recogerá los
vertidos de Álora y Pizarra, contemplándose para su impulsión una
estación de bombeo. El segundo, de 9.411 metros, hará lo propio con
Coín, municipio que finalmente se beneficiará de esta depuradora aunque
el Ayuntamiento sigue sin renunciar a contar en el futuro con una
propia, algo inviable actualmente por la ausencia de empresas
interesadas. La obra requiere un montante de 5,7 millones y deberá estar
lista en once meses.
La tercera actuación, la más costosa con 8,6 millones a
invertir y diez meses de duración, consiste en la instalación de una
tubería que canalizará las aguas de Alhaurín el Grande y Cártama hasta
el río Campanillas, donde está previsto que conecte con otro colector
hasta Málaga. En el trazado, de 25.051 metros, se prevé la ubicación de
dos estaciones de bombeo.
Después de varios años de parálisis, la Junta de Andalucía
empieza a poner en marcha la maquinaria en su objetivo de alcanzar el
vertido cero de aguas residuales, aunque ya reconocen que va a ser
imposible lograr el objetivo antes del 1 de enero de 2016, tal y como
exige la Unión Europea. Y lo hace impulsando de forma simultánea las
obras de tres proyectos que han permanecido guardados en el cajón desde
que fueron adjudicados en 2007 a pesar de ser prioritarios para que el
río Guadalhorce deje de ser el sumidero donde va a parar la carga
contaminante que genera la mayor parte de la comarca a la que baña: la
depuradora que dará servicio a Pizarra, Álora y Coín; los 28 kilómetros
de tuberías que canalizarán los residuos de estos tres municipios hasta
la estación que se construirá en Pizarra; y los 25 kilómetros del
colector que recogerá los vertidos de Alhaurín el Grande y Cártama para
que pasen por los filtros de la central del Guadalhorce, en Málaga
capital. En su conjunto, las tres actuaciones permitirán atender a
partir de 2015 las aguas residuales de unos 160.000 habitantes, de forma
que, a falta de Nerja (el Ministerio de Medio Ambiente ya ha adjudicado
las obras de la depuradora) todos los grandes y medianos municipios de
la provincia tendrán las infraestructuras necesarias para tratar sus
aguas.
Los trabajos para la creación del sistema de colectores ya
han comenzado y, según aseguraron desde la Consejería de Medio Ambiente,
en las próximas semanas deberían iniciarse los primeros movimientos de
tierra para la construcción de la estación depuradora en la confluencia
de los ríos Grande y Guadalhorce, en la zona conocida como La Aljaima,
en el límite con Cártama. Unos pasos que se dan un mes después de que la
Junta diera luz verde al inicio de las obras mediante una orden fechada
el pasado 26 de junio, dándole a las respectivas empresas
adjudicatarias un plazo de seis meses para ponerse en marcha.
En total, las obras supondrán una inversión de 20,2
millones de euros, que se financiarán con fondos europeos y parte del
dinero que el Gobierno autonómico viene recaudando desde mayo de 2011 a
todos los andaluces a través del canon de mejora de infraestructuras
hidráulicas que se carga en la factura del agua y que supone en torno a
1,5 euros mensuales por usuario. Solo en la provincia de Málaga el
montante acumulado hasta ahora ronda ya los 26 millones de euros.
Dos años de plazo
Si se cumplen las previsiones, para que la depuradora del
Bajo Guadalhorce entre en servicio habrá que esperar unos dos años (las
obras tienen un plazo de 17 meses, a lo que habrá que sumar el periodo
de pruebas). Los trabajos corren por cuenta de la unión de empresas
formada por Elecnor y Montaysa con un presupuesto de 5,9 millones de
euros. La planta tendrá capacidad para tratar 8.295 metros cúbicos de
agua al día mediante dos decantadores, además de contar con sistemas
para evitar los malos olores.
Para que las aguas residuales lleguen a la depuradora se
van a crear dos colectores. El primero, de 18.595 metros, recogerá los
vertidos de Álora y Pizarra, contemplándose para su impulsión una
estación de bombeo. El segundo, de 9.411 metros, hará lo propio con
Coín, municipio que finalmente se beneficiará de esta depuradora aunque
el Ayuntamiento sigue sin renunciar a contar en el futuro con una
propia, algo inviable actualmente por la ausencia de empresas
interesadas. La obra requiere un montante de 5,7 millones y deberá estar
lista en once meses.
La tercera actuación, la más costosa con 8,6 millones a
invertir y diez meses de duración, consiste en la instalación de una
tubería que canalizará las aguas de Alhaurín el Grande y Cártama hasta
el río Campanillas, donde está previsto que conecte con otro colector
hasta Málaga. En el trazado, de 25.051 metros, se prevé la ubicación de
dos estaciones de bombeo.