Los usuarios de los Cercanías de Álora y Fuengirola llevan desde principios de la semana sufriendo cancelaciones de trenes, pero según Renfe la normalidad se restituirá a partir de mañana. Para ello, la compañía ha anunciado que reubicará en esas líneas a maquinistas de la propia empresa. Las vacaciones, el número de bajas existentes y las jubilaciones de los maquinistas serían los motivos por los que estos días se han visto perjudicados los viajeros de las líneas C-1 y C-2. Ayer, al acceder a las estaciones esperando poder coger a su hora el tren que les llevase a su destino, muchos pasajeros se encontraron con un mensaje por megafonía que les avisaba de que el viaje no se iba a efectuar a su hora porque por motivos técnicos, el convoy no pasaba. Las suspensiones han indignado a numerosos usuarios.
Fue el caso de Esther Ovalles que coge el Cercanías cada día para ir a trabajar y que ayer se quedó esperando durante veinte minutos en la estación de Torremolinos, lo que le supuso una "amonestación" de sus jefes. "Si yo no veo a la gente esperando diez minutos después de la hora a la que pasa el tren, no me entero de que no hay". Verónica Prado también se vio afectada por la eliminación del Cercanías de Fuengirola de las 10:00 con destino Málaga centro y de haberlo sabido con anterioridad, aseguraba, se habría planificado su mañana de otra forma. "Yo cojo el tren tres veces al día y en ningún momento me han informado de que se suspendía, por lo menos informarlo con tiempo", criticaba Verónica que al igual que muchos otros usuarios desconocían con anterioridad este hecho.
Francisca González volvía de la compra cuando se encontró con la misma situación, un tumulto en el que se miraban unos a otros esperando alguna respuesta que aclarase la situación. "Estoy muy cabreada porque llevo pescado congelado y ahora la comida se me va a echar a perder", insistía Francisca.
En el andén de María Zambrano, ayer al mediodía, fueron los operarios de limpieza los encargados de informar a quienes se encontraban allí de que el tren de las 13:40 con destino Álora no pasaría, y que sería un autobús el que los llevaría a las paradas de esta línea. Arriba, en la planta baja de la Estación, eran los empleados de Renfe quienes iban preguntando a los viajeros cuál era su destino para advertirles de la suspensión si se disponían a coger la línea C-2, que une Málaga con Álora.
Ya en la puerta de la Estación María Zambrano, esperando el autobús que facilitaba Renfe a estos viajeros, se agolpaban una decena de usuarios del Cercanías mientras se quejaban de la falta de información y del tiempo que perderían por no poder coger el tren.
Así Carolina, que se dirigía a Cártama comentaba: "A mí me lo ha dicho una limpiadora en el andén, que no iba a pasar el tren y que habría un autobús. Si es por falta de personal, que contraten a gente". También Inma se dirigía a la misma parada y se quejaba: "Nos lo han dicho cuando íbamos a coger el tren, pero vaya, sin ninguna antelación, si nos descuidamos estamos esperando ahí todavía". Rafi Florido, que iba a Pizarra, se enteró ayer por la mañana: "Estábamos en Victoria Kent y alguien de Renfe nos lo dijo".
A Campanillas se dirigía Isabel Mancera que comentó que el autobús tarda más tiempo y que "no hay carteles ni nada, yo me enteré porque ayer [por antes de ayer] lo dijo un interventor en el tren".
Mientras que Verónica Paniagua, que tenía como destino Cártama dijo que no era la primera vez que le sucedía: "El martes de la semana pasada ya me pasó. El tren por Cártama pasa a las 16:12, y a las 16:25, al ver que no pasaba, le dimos al botón y nos dijeron que había una avería y que el servicio sería por tierra. Pero al final el autobús llegó con 40 minutos de retraso, que ya era casi mejor esperar al siguiente tren".
"Esto debe ser una huelga encubierta, que tendrán sus motivos, pero no es justo sin avisar con antelación", se lamentaba Nieves Vila, que esperaba el bus para Álora.