Un tercio de los habitantes de Málaga ha nacido en otra provincia.
Fuente.: La Opinión de Málaga.
VIRGINIA GUZMÁN
Los años del boom de la construcción, que ahora parecen tan lejanos, no
sólo beneficiaron económicamente a Málaga sino que convirtieron a la
provincia en un foco de atracción para nuevos habitantes. Así lo ponen
de manifiesto los datos del nuevo censo de población y viviendas, que el
INE realiza cada diez años y que reflejan que en la década entre 2001 y
2011 Málaga sumó 307.791 nuevos residentes, liderando así el
crecimiento de la comunidad andaluza y posicionándose junto con Madrid,
Barcelona y las provincias del Levante como las zonas con más proyección
demográfica.
De hecho, la provincia ha ganado una población
similar a la registrada por comunidades autónomas como Canarias o
Castilla la Mancha y triplica el crecimiento de otras como Castilla y
León. Que los años de bonanza han sido determinantes para que Málaga sea
una de las líderes nacionales en aumento de censados se deja ver
también en el hecho de que ha sido en esta última década cuando el
aumento se ha multiplicado con respecto a los últimos treinta años.
Desde 1981, la provincia no ha dejado de sumar habitantes, pero de los
casi 600.000 nuevos residentes añadidos desde entonces más de la mitad
han llegado desde el año 2001.
Pero ese crecimiento que la provincia ha experimentado no se ha repartido por igual por todo su territorio. Las estadísticas vuelven a dejar patente que existe una brecha entre el interior y el litoral y su zona de influencia. Son estas últimas las que se llevan el grueso del incremento frente a las comarcas de interior, que ven cómo sus pueblos más pequeños se van despoblando por la falta de oportunidades laborales y la falta de unas comunicaciones adecuadas, que los mantienen alejados de la capital y las grandes localidades.
La Costa del Sol, líder
Así, los municipios que más han crecido porcentualmente en estos diez años son Benahavís, que además se corona como el que más aumentó de Andalucía, con un 234% más; Manilva (114,3%); Cártama (64,3%); Rincón de la Victoria (62,2%); Mijas (60%) y otros como Alhaurín de la Torre, Casares u Ojén, que superaron el 50%. Es decir, el incremento se quedó en la Costa Occidental y en el área metropolitana, y se revela que Marbella, que subió un 24,8%, está cediendo espacio poblacional a otras localidades colindantes, como también ocurre con la capital (que registró un 7,1%) y los municipios limítrofes. No obstante, en términos absolutos Málaga capital fue la ciudad de más de 5.000 habitantes que más creció en Andalucía y en ese ranking también están Mijas y Marbella.
Al otro lado de la balanza se sitúan los 25 municipios que han perdido población. La mayoría, dieciséis, se encuentran en la Serranía de Ronda, la comarca que más ha sufrido las heridas de la despoblación y donde se sitúan los pueblos menos habitados de la provincia. El resto, tres en cada uno, se reparte en la Axarquía, el Valle del Guadalhorce y Antequera.
Estos municipios, de nuevo especialmente en la Serranía, son además los que tienen un porcentaje más alto de población mayor de 65 años, en muchos casos por encima del 30%, lo que pone en riesgo el necesario relevo generacional. Por contra, las localidades con una edad media más baja se sitúan todas en el área metropolitana, entre los 35,7 años y los 37,6 años de media que registran Cártama y Coín, respectivamente.
En cuanto a la población extranjera, Málaga fue la provincia que más ganó –más de la mitad de su nuevo censo es foráneo– y Benahavís es además el municipio andaluz con más extranjeros, un 55,4% de su población. Éstos son muy numerosos además en Manilva (40%), Mijas (35,4%), Torrox (33,9%) y Fuengirola (32,8%).
Ingleses, marroquíes, rumanos y alemanes son los que tienen una mayor presencia en la provincia, lo que deja ver que Málaga ha atraído tanto a europeos que han decidido pasar aquí sus años de jubilación como a inmigrantes económicos, que se han establecido en la provincia para buscar un futuro mejor. Según el censo, uno de cada tres residentes malagueños han nacido fuera de la provincia, ya sea en otros puntos del país o en el extranjero.
Pero ese crecimiento que la provincia ha experimentado no se ha repartido por igual por todo su territorio. Las estadísticas vuelven a dejar patente que existe una brecha entre el interior y el litoral y su zona de influencia. Son estas últimas las que se llevan el grueso del incremento frente a las comarcas de interior, que ven cómo sus pueblos más pequeños se van despoblando por la falta de oportunidades laborales y la falta de unas comunicaciones adecuadas, que los mantienen alejados de la capital y las grandes localidades.
La Costa del Sol, líder
Así, los municipios que más han crecido porcentualmente en estos diez años son Benahavís, que además se corona como el que más aumentó de Andalucía, con un 234% más; Manilva (114,3%); Cártama (64,3%); Rincón de la Victoria (62,2%); Mijas (60%) y otros como Alhaurín de la Torre, Casares u Ojén, que superaron el 50%. Es decir, el incremento se quedó en la Costa Occidental y en el área metropolitana, y se revela que Marbella, que subió un 24,8%, está cediendo espacio poblacional a otras localidades colindantes, como también ocurre con la capital (que registró un 7,1%) y los municipios limítrofes. No obstante, en términos absolutos Málaga capital fue la ciudad de más de 5.000 habitantes que más creció en Andalucía y en ese ranking también están Mijas y Marbella.
Al otro lado de la balanza se sitúan los 25 municipios que han perdido población. La mayoría, dieciséis, se encuentran en la Serranía de Ronda, la comarca que más ha sufrido las heridas de la despoblación y donde se sitúan los pueblos menos habitados de la provincia. El resto, tres en cada uno, se reparte en la Axarquía, el Valle del Guadalhorce y Antequera.
Estos municipios, de nuevo especialmente en la Serranía, son además los que tienen un porcentaje más alto de población mayor de 65 años, en muchos casos por encima del 30%, lo que pone en riesgo el necesario relevo generacional. Por contra, las localidades con una edad media más baja se sitúan todas en el área metropolitana, entre los 35,7 años y los 37,6 años de media que registran Cártama y Coín, respectivamente.
En cuanto a la población extranjera, Málaga fue la provincia que más ganó –más de la mitad de su nuevo censo es foráneo– y Benahavís es además el municipio andaluz con más extranjeros, un 55,4% de su población. Éstos son muy numerosos además en Manilva (40%), Mijas (35,4%), Torrox (33,9%) y Fuengirola (32,8%).
Ingleses, marroquíes, rumanos y alemanes son los que tienen una mayor presencia en la provincia, lo que deja ver que Málaga ha atraído tanto a europeos que han decidido pasar aquí sus años de jubilación como a inmigrantes económicos, que se han establecido en la provincia para buscar un futuro mejor. Según el censo, uno de cada tres residentes malagueños han nacido fuera de la provincia, ya sea en otros puntos del país o en el extranjero.